Tengo niebla y tormentas en mi cabeza, últimamente no me encuentro, no sé quién soy.
Mi vida gira en torno a cosas que no existen, que si existen se esfuman de inmediato.
Ya no tengo paciencia para encontrar la ilusión de vivir, pero aun así sigo plantando flores para ver otro miserable amanecer, para pintar mis sueños con colores que no sean oscuros, e imaginar sin recordar.
Reviento al llegar la noche, y camino entre tinieblas buscando una luz que quizá este dentro de mi.
No imagino mi vida dentro de unos años, no encuentro los hilos de mi futuro pero tengo motivos para seguir con vida, aunque me falte beber de la ilusión y dejar de fumar desamor.
Quizá mañana llegue el día en el que en mi cabeza nazcan rayos de sol y el placer sea mi única ilusión.
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