PLACEBO

CORAZÓN DE ALPISTE

Hoy es una de esas noches en las que estoy sola y me siento bien. Necesitaba estar a solas con cabeza y corazon. Es hora de dejar de tachar los dias, y dejar que mi corazon vuelva a convertirse en alpiste para que alguien picotee en él. Va siendo hora de dejar mi corazon libre y dejar que lo visiten, no puedo vivir sin el amor y sin el dolor que el desamor produce en mi alma. Necesito de ese maldito sentimiento, necesito sentir, y dejar de ser de hielo. Al contrario de otras veces no me encuentro vacia, vacia por dentro solo me he sentido cuando mi dulce pesadilla se marcho, era como si me hubieran robado el corazon pero en realidad era mi mente la que lo echaba en falta porque? eso quisiera saber yo, porque nadie es imprescindible.

OCTUBRE

Ha pasado algún tiempo desde que no escribo, no se que decir, me habré quedado sin palabras. Todo ha vuelto a la normalidad y a la rutina, el silencio que amartilleaba mi cabeza se ha convertido en ruido. Terminé superando aquellos conflictos entre mente y corazón, aquello que me asfixiaba, llamado desamor se esfumo, el dolor que él o ellos me han producido está ahí, pero ya no me asfixia, ni noto la presión en el pecho, mientras mis ojos se humedecen, mientras grito en silencio y mi cabeza parece estallar. Todas esas sensaciones se esfumaron y algo he aprendido, no es bueno la dependencia que el amor produce, no quiero volver a tener esa sensación de dolor en mi pecho, aunque la echo de menos. Son muchos meses sin sentir y necesito sentir, aunque ahora tengo miedo a volver a conocer a alguien y a que me vuelvan hacer daño y sobre todo a ilusionarme y a la decepción que eso supone después. Estoy pasando por un momento bueno en mi vida, prácticamente todo me va bien, y al no tener a nadie en mi mente, eso me hace libre, todo lo que anida en mi cabeza esta en orden, ya no me vuelvo majareta en cuanto se pone el sol, pero sin embargo necesito de la locura y el sin sentido en mi vida, me siento una persona normal, ya ni pienso, ni escribo, ni lloro, ni grito, ni tengo sueños.