Tiempo de Verano

Llegó el verano, y como todos los veranos la tranquilidad y el silencio amartillan mi cabeza. Todo es tranquilo y tan suave que un día equivale a una semana, cuatro a un mes, el tiempo pasa despacio, tan despacio que los minutos parecen horas. Aun así necesitaba de esta tranquilidad y silencio. Necesitaba andar por los segundos y minutos, disfrutando de cada bocanada de aire fresco que acompaña a cada nuevo día. Estoy tan relajada que casi no noto los latidos de mi corazón. Tengo la cabeza tan despejada, que lo único que anida en ella es el ruido que puede producir el silencio. Nada perturba mi mente, no hay desorden en mi cabeza, todo esta limpio y ordenado, solo el sol me dora mientras que el silencio me grita.