Todo se ha desvanecido en cuestión de segundos, nada volverá a ser como antes, hace mucho que el viento azotaba amenazando con un derrumbamiento.
En medio de la adversidad he recuperado el equilibrio y el control.
La tristeza y melancolía innata nunca me abandonan, solo se sosiegan, a ratos, minutos, días, eternidades efímeras en las que me adentro en un estado de extrema felicidad.
Me vi al borde del abismo con el miedo metido en el estomago subiendo hacia la garganta y saliendo a borbotones por mis ojos.
Ahora sólo nos queda la lucha, luchar por reconstruir nuestro mundo, siempre con la sonrisa en la cara.
lucha abuela.
En medio de la adversidad he recuperado el equilibrio y el control.
La tristeza y melancolía innata nunca me abandonan, solo se sosiegan, a ratos, minutos, días, eternidades efímeras en las que me adentro en un estado de extrema felicidad.
Me vi al borde del abismo con el miedo metido en el estomago subiendo hacia la garganta y saliendo a borbotones por mis ojos.
Ahora sólo nos queda la lucha, luchar por reconstruir nuestro mundo, siempre con la sonrisa en la cara.
lucha abuela.
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