Nada tiene sentido, todo se esfuma en milésimas de segundo. El miedo permanente a perder, me ha enseñado a ganar. Su ausencia solo a provocado otra decepción, su actitud otra grieta más.
Me rindo, no creo que merezca esto, merezco a alguien que me quiera.
No puedo más, mi corazón ya no late, mi mirada no tiene brillo y mi sonrisa es forzada.
Permanezco aislada intentando contener la respiración. Estaba bien hasta que él decidió regresar y desordenar mi vida, destrozar mi armonía, destrozar los rescoldos que quedaban de mi corazón.
Cuando algo se rompe es difícil volver a unir las piezas como si nada hubiera pasado, cuando algo se rompe uno sabe que jamas volverá a ser lo mismo. A partir de cierto punto no hay retorno.
Imagino que saber cuando retirarse es tan importante, como saber cuando insistir. Es hora se saltar.
Me rindo, no creo que merezca esto, merezco a alguien que me quiera.
No puedo más, mi corazón ya no late, mi mirada no tiene brillo y mi sonrisa es forzada.
Permanezco aislada intentando contener la respiración. Estaba bien hasta que él decidió regresar y desordenar mi vida, destrozar mi armonía, destrozar los rescoldos que quedaban de mi corazón.
Cuando algo se rompe es difícil volver a unir las piezas como si nada hubiera pasado, cuando algo se rompe uno sabe que jamas volverá a ser lo mismo. A partir de cierto punto no hay retorno.
Imagino que saber cuando retirarse es tan importante, como saber cuando insistir. Es hora se saltar.
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